Vamos a conocer el riesgo del transporte marítimo que pueden presentarse para las mercancías, así como la importancia que a la hora de evitarlos tiene la elección de un adecuado embalaje industrial a medida.
Es un hecho que la revolución tecnológica ha provocado un notable aumento del tráfico marítimo comercial, especialmente en las rutas que conectan a los grandes productores asiáticos con los países consumidores de Europa y América:
Hasta hace pocos años, el comercio con China y Estados Unidos solo era accesible para las grandes empresas especializadas en importación y exportación. Pero a día de hoy, cualquier pyme o empresario autónomo puede importar o exportar, utilizando su ordenador, todo tipo de materias primas y bienes de consumo.
Son precisamente estos pequeños empresarios, nada habituados a lidiar con los problemas derivados del transporte por mar, quienes pueden llevarse una desagradable sorpresa a la hora de recibir sus mercancías o comprobar que su destinatario se niega a recibirlas porque han llegado en malas condiciones.
Riesgos a los que se exponen las mercancías durante el transporte marítimo
Independientemente de los hundimientos, de los accidentes marítimos, de los incendios en las bodegas y de los no tan poco frecuentes actos de piratería, los empresarios que confían en el transporte por mar se enfrentan a los siguientes riesgos adicionales:
Retrasos en las entregas
Lamentablemente, los retrasos en las entregas están a la orden del día en el transporte marítimo. Los perjuicios ocasionados por un retraso prolongado incluyen la cancelación de pedidos, el deterioro de los productos perecederos, la pérdida definitiva de clientes consolidados o la recepción de productos fuera de temporada.
En este último sentido, pongamos un ejemplo muy ilustrativo: un pedido masivo de televisores o móviles, especialmente encargado para la época navideña, que llega a puerto después de transcurrido dicho período.
Condiciones climáticas extremas
Aquí no nos estamos refiriendo a que el barco navegue bajo una galerna, sino a las temperaturas a las que las mercancías están sometidas en las bodegas y cubiertas de almacenamiento.
Los contenedores de un barco, en una misma travesía transcontinental, pueden estar expuestos a temperaturas superiores a los cuarenta grados centígrados y a temperaturas próximas a los cero grados, dependiendo de la latitud y el hemisferio en el que se encuentre la nave.
Baste decir que, en un viaje desde China hasta Europa, un barco puede bordear África en la época de insolación más extrema y enfrentarse posteriormente al más crudo invierno noreuropeo.
Humedades y daños por agua: mohos y corrosiones
Los daños por humedades son otra circunstancia habitual, especialmente en las mercancías que incluyen fibras textiles. Muchos otros bienes son susceptibles de deteriorarse por la humedad, como es el caso de los artículos que incorporan hierro, acero sin lacar, pinturas o madera.
Adicionalmente, no son infrecuentes los casos de mercancías inutilizadas por el agua dulce procedente de la lluvia o por el agua marina.
Los mohos y corrosiones debidos al agua o la humedad pueden generarse durante la estiba, la desestiba o durante el período de almacenamiento en el buque. Dependiendo del tipo de contrato firmado, la naviera puede hacerse cargo o no de los desperfectos.
Golpes accidentales y caídas
Cualquiera que haya observado cómo se carga o descarga un barco sabe que los golpes y las caídas de los contenedores son un gaje más del oficio para los estibadores.
Estas incidencias son inevitables y la posibilidad de que sea precisamente nuestro contenedor el que haya sufrido un golpe siempre estará presente.
Tipos de embalaje de transporte para mercancías
El elemento principal de protección para las mercancías transportadas en un buque es el contenedor, pieza esencial para evitar el riesgo en transporte marítimo de los embalajes. La elección de un contenedor no supone un problema, ya que las propias navieras se encargan de este asunto, incluso cuando es necesario utilizar contendores especiales como los que incluyen sistemas automatizados de refrigeración.
Igualmente, la naviera se asegurará de que los sistemas de fijación y amarre de los contenedores sean los indicados para evitar el desplazamiento de los mismos durante la navegación y prevenir posibles escoras de los buques por corrimientos de carga.
Pero dentro del contenedor va nuestra mercancía y esta precisa de la protección de embalajes adicionales, dependiendo de sus características físicas o constructivas.
La misión principal del embalaje de transporte es preservar la calidad y la integridad constructiva de los bienes embalados. Así, en función de la naturaleza de la mercancía, tendremos que utilizar:
- Embalajes estándar de cartón, madera o plástico
- Embalajes isotérmicos
- Embalajes con protección antigolpe
- Embalajes para mercancías especialmente frágiles
- Embalajes con protección contra la humedad
- Embalajes 100 % aislados y herméticos
La importancia de elegir el embalaje adecuado
Los empresarios que habitualmente transportan sus mercancías por vía marítima son especialmente cuidadosos a la hora de contratar los seguros de los fletes, procurando que cualquier riesgo quede cubierto, incluyendo los naufragios, los actos de piratería e incluso el resarcimiento de los perjuicios producidos por retrasos que exceden a lo previsible.
Sin embargo, los seguros no suelen cubrir los perjuicios de las actividades de estiba, almacenaje y desestiba y mucho menos ningún daño ajeno a estas actividades que haya sido evitable mediante la utilización de un embalaje protector adecuado.
De ahí que sea necesario proceder a seleccionar el embalaje de las mercancías con tanta o mayor minuciosidad como la que se emplea a la hora de contratar el seguro de las cargas marítimas.
De nada servirá disponer del mejor seguro si la compañía aseguradora puede demostrar, en caso de daños, que el embalaje de las mercancías no es el adecuado para salvaguardarlas de las condiciones de manejo y ambientales que supone cualquier transporte por barco.
Solo el asesoramiento de un proveedor especializado en embalaje industrial a medida nos garantizará que nuestras mercancías lleguen a buen puerto (nunca mejor dicho) sin sufrir menoscabos en su calidad, caso de productos perecederos y fácilmente degradables, o daños materiales ocasionados por la humedad o por los golpes. Esperamos haberte explicado todo sobre el riesgo transporte marítimo en embalajes.